El Barcelona comenzó su defensa del título con un empate a dos. El
vigente campeón arrancó el encuentro de la peor manera posible, con un
tanto genial de Pato, pero con el paso de los minutos y liderado por
Lionel Messi, dio la vuelta al resultado con los goles de Pedro
Rodríguez y de David Villa de falta. Sin embargo, y a falta de un
escasos segundos para el final, un inapelable cabezazo de Thiago Silva
dio al Milan un punto de su visita del Camp Nou.
Fiel a las sorpresas, Josep Guardiola no defraudó en la alineación y
dejó varias novedades. Con la baja de Gerard Piqué y con la presencia en
el banquillo del capitán Carles Puyol, los centrocampistas Carles
Busquets y Javier Mascherano ocuparon el centro de la zaga. Además Cesc
Fàbregas no fue de la partida y Pedro Rodríguez llenó el hueco dejado
por el lesionado Alexis Sánchez. En el bando rossoneri, las ausencias en
el ataque de Zlatan Ibrahimović y de Robinho hicieron que la
responsabilidad ofensiva cayese sobre los hombros de Pato y de Antonio
Cassano.
Pero si alguien esperó un camino de rosas para el campeón no pudo estar más equivocado.
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