Rusia se impuso con contundencia a la ya eliminada Venezuela
por 7-3 en la tercera y última jornada del Grupo C, para terminar esta
fase invicta y confirmar sus aspiraciones a mejorar sus anteriores
actuaciones en una Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA, que pasan
por alcanzar, al menos, las semifinales.
El partido no tenía grandes cosas en juego, ya que la Vinotinto estaba matemáticamente eliminada y Rusia
clasificada como primera de grupo. Y quizás por eso mismo el cuadro
ruso comenzó el partido con excesiva tranquilidad, lo que posibilitó a
una más motivada selección venezolana adelantarse en el marcador con un
gol de Monsalve.
La tónica del partido cambió radicalmente en el segundo periodo, en el que Rusia
despertó e impuso su pegada. Tres goles de su delantero Shishin y otro
de Shkarin pusieron el partido de cara para los rusos, que demostraron
su mayor calidad como equipo. En los instantes finales, Landaeta redujo
distancias de tiro libre.
El tercer periodo fue muy similar al anterior, con Rusia
manejando el control del partido a su antojo y deleitando a los
espectadores con jugadas combinativas como la del quinto tanto, obra de
Leonov. Los venezolanos, que llegaron a ir 2-7 abajo en el marcador,
maquillaron el resultado con un último gol de Cardone, que puso el 3-7
definitivo en el luminoso.
Tras la fase de grupos, Rusia,
el próximo 8 de septiembre, peleará por un puesto en las semifinales
contra México, clasificada para cuartos tras imponerse a Ucrania.
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