Sin ser aún el Kaká que deslumbró al mundo en 2007, el astro del Real Madrid firmó un buen partido ante Chile (3-0) en octavos de final y consiguió volver a ilusionar de cara a la recta final de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010.
Si bien el número 10 continúa sin marcar, su balance estadístico es más que digno: tres partidos, tres asistencias. Dos ante Costa de Marfil en la primera fase y una ante los chilenos. "Intento suministrar balones a Robinho y Luis Fabiano", comenta Kaká. "Es ya mi tercer pase decisivo en el Mundial y voy a intentar ser el mejor pasador y que Luis Fabiano sea el máximo goleador", apuntó.
Pero más que por el número de asistencias, Kaká y los hinchas de la canarinha tienen motivos para el optimismo por la manera en que jugó frente a la Roja de Marcelo Bielsa, sobre todo por su gran pase a Luis Fabiano, al límite del fuera de juego y que sólo tuvo que terminar el trabajo.
"Me siento cada vez más ligero en el campo, eso me ayuda mucho y me da cada vez más confianza", explicó la estrella del Real Madrid. "He conseguido acelerar en varias ocasiones, individualmente voy progresando, como estaba previsto", apuntó.
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