El Barcelona obtuvo el primer título de la temporada tras cuajar una exhibición de fútbol, especialmente en la primera parte, y desarmar a un abatido Sevilla que llegó el Camp Nou con una ventaja de 3-1 pero que acabó goleado (4-0).
Nuevamente Messi y también su olfato de gol, volvió a la senda goleadora que le permite el fútbol de su equipo.
El Barcelona brindó una primera parte de fútbol como si los tres meses sin competir en un encuentro oficial en el Camp Nou no hubiesen existido. Limitado aún por los mimbres de los que puede echar mano, Josep Guardiola puso en el once inicial tres campeones del mundo de campo; Xavi, Piqué y Pedro, suficiente artillería para complementarse con los cada vez intensos Messi y Alves.
La propuesta del Barça, que cargaba con el 3-1 del partido de ida, estaba clara: hacerse con el balón e intentar moverlo con velocidad y abrir el campo lo máximo para buscar algún desliz del Sevilla.
El equipo de Antonio Álvarez, previendo de qué palo iba a ir el partido, dejó a Negredo arriba y fijó a Capel y Navas como ayudas en las bandas para cerrar cualquier intento de desborde de Maxwell y de Alves.
Poco le duró esta propuesta al Sevilla, ya que el Barcelona sorprendió por un tono físico que no se vio ni por asomo en la ida. Sin Ibrahimovic en el campo, ya que Guardiola le volvió a lanzar un mensaje, Bojan era quien debía recibir el caudal de ataque a partir de Messi y Pedrito, imponentes durante los 45 primeros minutos.
Pensando que podía ser un trámite el partido del Camp Nou y a la espera del plato fuerte el martes en el Sánchez Pizjuán contra el Sporting de Braga, el Sevilla jugó con cierta apatía que sólo se alteró cuando a los seis minutos Zokora le envió un mensaje a Messi quien, tras la falta, lanzó un potente disparo.
El Sevilla, en el último tercio del campo, se sentía cómodo reduciendo espacios porque intuía que al Barcelona le faltaba reglaje y quizá ideas, y el partido podía ir sumando minutos sin más.
Hasta que Pedro intentó desbordar por primera vez al cuarto de hora, dejó atrás a Fernando Navarra, también a Escudé y su fuerte disparo acabó con el balón contra Konko, que lo introdujo en la meta de Palop.
Ni se alteró el Sevilla. Pero el balón continuó en los pies del Barça, que en los siguientes minutos construyó dos buenas acciones, la mejor de ellas un disparo de Bojan junto al palo.
Messi hacía minutos que había requerido el protagonismo del balón y en un pase al espacio de Xavi antes de la media hora el argentino se encontró en una mano a mano con Palop al que batió por raso tras hacerle una finta con el cuerpo (2-0).
24 minutos y el Barcelona ya le había dado la vuelta al marcador, por el valor de los goles de campo ajeno (3-1) en la ida. En los planes del Sevilla posiblemente no se había trazado un guión con la contundencia como se estaba ejecutando, ya que el equipo andaluz no veía el balón y el 3-0 estaba a la vuelta de la esquina.
Este tercer tanto llegó quizá en la jugada más elaborada del primer tiempo en la que Alves trotó nuevamente la banda, envió al espacio a Messi quien a la media vuelta marcó su segundo tanto (3-0).
En la segunda parte, el dominio siguió en manos del Barcelona hasta que una falta al borde del área pudo haber dado una alegría al Sevilla, aunque Pedro la desbarató saliendo de la barrera.
Guardiola puso más madera en el campo al hacer debutar como barcelonista al asturiano David Villa y al campeón mundial Andrés Iniesta, bajo el estruendo de los casi 70.000 aficionados.
Fue precisamente Iniesta quien tuvo en sus botas el cuarto gol en una acción trenzada al primer toque con Messi, pero el manchego con la zurda envió fuera. Dado el desequilibrio casi incontestable que se estaba dando en el campo, Álvarez hizo un triple cambio en busca de lo imposible.
Con Cigarini, Luis Fabiano y Perotti al Sevilla le funcionó un poco mejor el tono muscular, tiró al equipo unos metros arriba y pareció que al Barça le faltaban idea para sacar, incluso, el balón de su campo.
Pero la avalancha que se presumía con Villa e Iniesta, a pesar de las imprecisiones de éste último, no tardó en llegar y el Sevilla volvió a estar a merced de un Barça que a mitad de este periodo vio cómo su portero intervenía por primer vez para atrapar el balón.
El Barcelona cerró la noche con un gol de cine en una combinación precisa entre Villa e Iniesta y el remata a gol de Messi (4-0) en su tercer gol de la noche.
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