El Barcelona tiene un gran desafío este sábado en el Camp Nou, donde intentará remontar un 3-1 que le endosó el Sevilla en la ida de la Supercopa de España que ambos equipos jugaron el pasado sábado en el Sánchez Pizjuán.
En aquel choque, el técnico barcelonista, Pep Guardiola, echó mano de los canteranos ante la ausencia de los internacionales españoles y pudo aguantar con entereza la primera parte, en la que Ibrahimovic adelantó a los suyos (0-1). En el segundo tiempo, sin embargo, la diferencia de forma física y el mayor acierto andaluz posibilitaron la remontada del Sevilla y un marcador (3-1) muy difícil para los barcelonistas en la vuelta.
La mejor noticia para el técnico azulgrana una semana después es que los ocho internacionales españoles (Valdés, Puyol, Piqué, Busquets, Xavi, Iniesta, Pedro y Villa), además de Messi y Alves, han adquirido mayor tono físico y de resistencia, por lo que el Barcelona se podrá beneficiar de esta ayuda. De hecho, no se descarta que algunos de los campeones del mundo entren en el equipo titular, si bien todo apunta a que canteranos como Thiago o Jonathan Dos Santos vuelvan a tener la opción de saltar con el equipo titular.
El Barcelona no ha realizado una buena preparación en esta pretemporada, condicionada por un calendario que le ha sido adverso, que arranca por la extensión del mundial que ha llevado a los internacionales españoles a estar en competición hasta el último partido. El hecho de que el Barça haya aportado a ocho miembros, ha sido un contratiempo para que Guardiola haya podido trabajar con el grupo desde hace semanas.
En lugar de ellos, el Barça B ha sido la fuente de donde se ha nutrido el primero equipo, aunque llegados a este momento de la competición con un resultado adverso tan contundente como el de la ida en Sevilla, todo apunta a que Guardiola no concederá más ventajas. Quizá sí en la portería, donde Pinto se ha recuperado de una lesión muscular, y el técnico opte por dar la alternativa al guardameta suplente de Víctor Valdés.
El título en juego podría permitir al Barcelona alcanzar su novena Supercopa de España, competición en la que ahora está igualado a títulos con el Real Madrid (ocho ambos).
Mientras, el Sevilla quiere hacer valer la renta obtenida en su estadio, el Ramón Sánchez Pizjuán. Además, afronta el partido en el Camp Nou con la intención de olvidar su "traspiés" en la Liga de Campeones, con la derrota (1-0) ante el Sporting de Braga y buscará en tierras catalanas su segunda Supercopa. Así, en las vitrinas del Sánchez Pizjuán ya se guarda la Supercopa del 2007 -hasta entonces la única edición en la que había participado-, ante un rival que lleva ya ocho títulos en sus quince participaciones.
Las buenas maneras ofrecidas en el partido de ida, sobre todo en el segundo tiempo -en donde el Sevilla dio la vuelta al marcador- son los argumentos de los sevillistas para optar al primer título de la temporada. "El equipo viaja a Barcelona dispuesto a pelear para traerse la Supercopa", ha dicho el técnico Antonio Álvarez, que se muestra confiado pese a que reconoce que el rival "será otro" por la aportación de los campeones del mundo, ausentes en el Sánchez Pizjuán.
Para el choque en Barcelona Álvarez, ha desplazado a toda la plantilla, incluido al francés Sebastien Squillaci, que había pedido no jugar el pasado miércoles ante el Sporting de Braga por una oferta del Arsenal.
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