Uruguay, que no contó con sus delanteros estrella Diego Forlán y Luis Suárez, ganó 2-0 a Angola en la recta final de su duelo amistoso disputado en Lisboa, en el primer compromiso de los sudamericanos tras su brillante cuarta posición en el Mundial 2010.
El conjunto 'charrúa' dominó el juego y mereció el triunfo, pero se atascó arriba y tuvo que decidir el choque en los últimos minutos, cuando Edinson Cavani transformó un penal en el minuto 84. Con el tiempo cumplido, el debutante Abel Hernández (90) puso el segundo y definitivo, dejando su huella en su primer partido con los mayores.
A pesar de la ausencia de la dupla letal Forlán-Suárez, el equipo presentó un once que apostó por la continuidad, con Fernando Muslera en la portería, Diego Lugano como director atrás y Egidio Arévalo Ríos destacando en la construcción.
Arriba, el veterano Sebastián Abreu, apoyado en el juego ofensivo por el regresado Cristian 'Cebolla' Rodríguez, intentaron de inicio derribar el muro angoleño, gran punto fuerte del equipo, que se mostró mucho menos sólido arriba y apenas inquietó a Muslera.
En el banquillo uruguayo estuvo Juan Verzeri, técnico de las categorías inferiores, como sustituto provisional del 'Maestro' Óscar Tabárez, en proceso de cerrar su nuevo contrato.
Acusando la falta de rodaje tras las vacaciones post-mundialistas, el semifinalista del Mundial alternó buenas rachas con otras en las que se contagió del juego ramplón de los 'Antílopes Negros', aunque el 'Ruso' Diego Pérez y Hernández dispusieron de buenas oportunidades para romper el 0-0.
Cuando todo parecía destinado a acabar con ese resultado, el penal transformado por Cavani y la puntilla de la 'Joya' Hernández permitieron al equipo firmar un buen resultado en el inicio de un ciclo que tendrá como primera parada importante la Copa América de Argentina 2011.
En las gradas, Angola, 86º de la lista mundial FIFA e inmersa en las eliminatorias de la Copa de África de Naciones (CAN) de 2012, venció con claridad, por la presencia de hinchas del país, que fue colonia de Portugal hasta la independencia en 1975.
El mayor éxito futbolístico del país fue la clasificación al Mundial de Alemania 2006, pero en el camino hacia Sudáfrica 2010 había quedado apeado en la primera fase de grupos de las eliminatorias, en una llave donde se impuso Benín.
El escenario del choque fue el estadio do Restelo, construido en 1956 y con capacidad para 32.500 espectadores. Habitualmente es la casa del club Belenenses, de la primera división del campeonato portugués.
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