Inglaterra aniquiló este viernes a Bulgaria en su arranque hacia la Eurocopa de 2012 con un triplete de Jermain Defoe y la motivación de una nueva generación de jugadores y unos veteranos deseosos de borrar la decepcionante huella de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010.
Un temprano gol de Jermain Defoe en el tercer minuto, que fue posible por la persistencia de Ashley Cole, devolvió a la afición inglesa la confianza en su equipo y las gradas de Wembley lucieron desde entonces un rostro mejorado.
El conjunto de Fabio Capello, que afrontaba esta noche su primera prueba competitiva tras su eliminación en los octavos de final de la Copa del Mundo de Sudáfrica, dominó durante casi toda la primera parte con solvencia.
La posesión del balón en casi toda la primera mitad revelaba un mayor control de Inglaterra pero el partido se igualó al inicio de la segunda parte.
Entre el 18 y el 25, Bulgaria aumentó su presión y estuvo a punto de beneficiarse de un gol en propia meta cuando una cesión del inglés Glen Johnson adoptó una errónea dirección y el portero Joe Hart, que debutaba este viernes en un partido de competición con Inglaterra, tuvo que esmerarse para salvar la acción.
A excepción de ese detalle, la defensa inglesa cumplió su labor en las escasas ocasiones en que Bulgaria amenazaba.
Precisamente esa zona del campo era la que más atención suscitaba instantes antes del partido, pues una de las sorpresas de la noche fue la titularidad de Michael Dawson, que formó pareja de centrales con el también poco experimentado Phil Jagielka.
La salida de Dawson en el inicio, en lugar de Mattew Upson, supuso un nuevo experimento de Capello.
La última aparición de Jagielka, jugador de Everton, en un partido de competición con Inglaterra fue en uno de clasificación para el Mundial de Sudáfrica contra Ucrania, en abril de 2009.
Joe Hart protagonizó algunas acciones decisivas que le podrían valer para ganarse por completo la confianza de Capello y convertirse durante toda esta campaña hacia la Eurocopa en su portero titular.
Lo demostró especialmente tras el descanso, cuando el combinado búlgaro, bajo las órdenes de Stanimir Stoilov, apretó y trabajó para lograr su primera opción clara de gol.
La cuarta explosión de la noche llegó a seis minutos del final a cargo, nuevamente de Defoe, tras una asistencia de Wayne Rooney, que no pudo estrenarse pese a haber curado su sequía el sábado pasado con un gol -de penal- para el Manchester United, el primero para el jugador desde marzo.
Su compañero Defoe, que jugará este año con los Spurs la Liga de Campeones, se coronó con un triplete y con su décimo quinto gol con la camiseta de Inglaterra, una selección que tiene su próxima cita el martes en Suiza contra ese combinado, también del Grupo G.
No fueron determinantes finalmente las bajas de John Terry y Frank Lampard y quizá Capello sí acertó esta vez al colocar en su once inicial a sólo siete supervivientes de aquel partido ante Alemania el pasado 27 de junio en Bloemfontein.
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