El Bayern de München sufrió un nuevo revés en su propósito de recortar terreno frente a los equipos que están en la parte alta de la tabla al empatar a tres goles ante el colista Borussia Mönchengladbach, en un partido cuya primera parte apuntaba a una goleada bávara.
Sin embargo, había sido el Gladbach el que había conseguido ventaja con un gol bastante peculiar de Patrick Hermann en el minuto 5, producto de un centro desde la banda derecha que se cerró hacia la portería y terminó por sorprender a Jörg Butt.
El Bayern, pese a la desventaja, tomó el control del partido, empató en el 11 con un cabezazo de Mario Gómez, se fue en ventaja en el 40 con un gran gol de tacón de Bastian Schweinsteiger, tuvo, durante el primer tiempo, más del 70 por ciento de posesión de pelota y estrelló tres balones contra los postes.
Además, Schweinsteiger falló un penal. Todas las estadísticas apuntaban a una clara superioridad del Bayern pero el marcador estaba sólo 2-1 y en la segunda parte el Gladbach salió transformado y terminó por hacer pasar un muy mal rato a los dirigidos por Louis Van Gaal. Marco Reuss empató y luego Igor de Camargo hizo el segundo y puso al Bayern a correr desesperadamente en busca de una remontada.
Al final, un gol de Philipp Lahm salvó, al menos, al Bayern de la derrota pero para la victoria no alcanzó, aunque hubo ocasiones.
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