El Real Madrid de Mourinho arranca con una gran victoria (2-3) ante el América en San Francisco

Mourinho formó con un 4-4-2 sorprendiendo de salida, ya que utilizó a Canales de delantero acompañando a Benzema y con dos extremos muy abiertos como Cristiano Ronaldo y Pedro León. Aunque la disposición de Canales era una trampa táctica del técnico portugués ya que el cántabro se intercambiaba la posición con Cristiano Ronaldo y unas veces él y otras el portugués asumían la función de mediapunta.

Sólo bastó el primer minuto del partido para saber cómo será el juego del Real Madrid esta temporada. Jugadores corriendo como lobos sobre la pelota, acosando al rival y buscando robarla cuanto antes. Con el balón en los pies, pelota a los extremos para ensanchar el campo y cambios de juego de banda a banda. Un calco de lo trabajado en los entrenamientos. Llamó la atención el nivel de Pedro León. Tiene una clase innata y un talento natural para esto de fútbol y todo lo que hace lo hace como si llevara un smoking puesto. Elegancia pura.

La primera ocasión llegó de la mano de CR7 en un disparo lejano que despejó con apuros Ochoa. El portugués, tras la marcha de Raúl, ya luce su número favorito. El partido transcurría con dominio territorial del Real Madrid ante un América que esperaba agazapado para salir a la contra. Benzema, situado como nueve puro, tuvo el gol a falta de un cuarto de hora para el descanso, pero su remate de cabeza se estrelló en el larguero de manera espectacular.

Y llegó la jugada del partido y el primer gol del Real Madrid de Mourinho en una preciosa combinación entre Cristiano Ronaldo, Benzema y Canales. Balón robado muy arriba, Cristiano mete el balón al área, Benzema, levanta la cabeza y cede a Canales para que este, empuje a puerta vacía. Un golazo mezcla de velocidad y precisión que hacía justicia a los méritos de uno y otro equipo. 0-1, minuto 34 de partido. Y así, se llegó al descanso.

La segunda mitad la aprovechó Mourinho para realizar muchos cambios y hacer probaturas. Entraron de una tacada Higuaín, Granero, Diarra, Drenthe, Adán, Di María y Nacho nada más comenzar el segundo tiempo y Canales, Benzema, Pedro León, Marcelo, Juanfran, Gago y Dudek se fueron al banco. Aún así, el equipo mantuvo la misma disposición táctica, haciendo Granero el papel de Canales y el Pipita el de Benzema. Eso sí, los cambios descolocaron un poco a los de Mourinho, y el Ámerica lo aprovechó por medio de Esqueda para empatar en el minuto 53 de partido. 1-1. El gol hizo daño. Los mexicanos se vinieron arriba y en una contra rápida hicieron el 2-1 por medio de Sánchez en el minuto 61.

Con el marcador en contra surgió la figura del Pipa. El argentino, en el primer balón que tocó, hizo el 2-2 en el minuto 63 batiendo por bajo al meta mexicano Navarrete. El Real Madrid se soltó y dominó de manera clara el partido. Entonces, apareció Cristiano Ronaldo para hacer un espectacular gol de falta en el minuto 80 de partido que enloqueció a los más de 47.000 espectadores que presenciaron este primer encuentro del Real Madrid de Mourinho. El técnico portugués, tan cuidadoso con los detalles, se acordó de los canteranos que quedaban por jugar y Tébar, Álex y Morata tuvieron sus minutos de gloria.

Ficha técnica:

Club América (2): Guillermo Ochoa (Navarrete, 45'); Armando Sánchez, Óscar Rojas (Martínez, 85'), Aquivaldo Mosquera (Treviño, 59'), Adolfo Rosinei (Juan Carlos Silva, 64'); Daniel Montenegro (Sandoval 36'), Enrique Esqueda, Pavel Pardo, Matías Vuoso; Vicente Sánchez (Márquez, 85'), Israel Martínez.
Real Madrid (3): Dudek (Adán, 45'); Juanfran (Nacho, 45'; Morata, 84'), Pepe, Garay, Marcelo (Drenthe, 45'); Gago (Diarra, 45'), Lass (Tébar, 69'), Canales (Granero, 45'), Pedro León (Di María, 45'), Cristiano Ronaldo (Álex Fernández, 84'); Benzema (Higuaín, 45').
Goles:
0-1, min.34: Canales, con la derecha tras pase de Benzema.
1-1, min. 53: Esqueda bate por bajo a Adán.
2-1, min. 61: Vicente Sánchez.
2-2, min. 63: Higuaín, de remate cruzado tras pase de Cristiano Ronaldo.
2-3, min. 80: Potente disparo de falta de Cristiano Ronaldo ante el que nada pudo hacer el portero local.