El nuevo "look" de Inglaterra se lució en un amistoso ante Hungría con una remontada a cargo de Steven Gerrard, autor de dos goles marcados en los mismos cinco minutos que permitieron al combinado inglés recuperar su orgullo en la primera prueba de la selección tras la debacle sufrida en el Mundial.
La noche no comenzó de la mejor manera para el combinado local, reprobado por su afición tras la eliminación en manos de Alemania en Sudáfrica 2010.
No obstante, pronto se hizo patente la presión de Inglaterra sobre su rival, pero estos pedían ventaja en el marcador, que sin embargo no se inauguró hasta después del descanso.
Los cinco saques de esquina forzados por Inglaterra en los siete primeros minutos de partido revelaron el dominio de ese combinado nada más arrancar el encuentro, lo que se reflejó también en un gol de Wayne Rooney a los tres minutos, anulado por situarse en posición fuera de juego.
A las órdenes de Sandor Egervari -que sustituyó al holandés Erwin Koeman-, el conjunto húngaro aumentó su presión pasado el primer cuarto de hora, pero no fue suficiente para conservar sus posiciones cerca de la puerta inglesa, ocupada por el debutante Joe Hart.
En la segunda mitad, hubo un mayor equilibrio entre los dos equipos. Hungría, una selección que no logró clasificarse para la fase final del Mundial, se esforzó por desplegar sus armas y encontró su premio con un gol en propia meta de Phil Jagielka, en el minuto 62.
Precisamente a partir de ese momento, el hambre de Inglaterra se hacía más patente, con destacadas llegadas a puerta que logró plasmar Steven Gerrard, quien volvió a capitanear esta noche a la selección tras hacerlo recientemente en el continente africano por la baja de Rio Ferdinand.
Un espectacular lanzamiento por encima de la defensa colocó el balón entre los tres palos y desató la ira del capitán del Liverpool, que se dirigió inmediatamente hacia la afición para reclamar su entrega después de que ayer mismo reconociera que se merecían ser abucheados por su eliminación en el Mundial ante Alemania.
Reanudado el juego, los ingleses aprovecharon la seguridad ganada y arrastraron de nuevo el balón hacia la portería de Kiraly, donde otra vez Gerrard se encaró con los zagueros contrarios, a los que incluso regateó el balón para conseguir la ventaja.
Los cambios de Capello permitieron vislumbrar dos buenas opciones de gol para Bobby Zamora, quien se perdió el Mundial pero parece ser una apuesta segura del italiano de cara a la nueva campaña.
El excelente despeje de Hart ante un disparo del húngaro Zoltan Gera se sumó a las buenas acciones de la selección local, que se enfrentará el próximo 3 de septiembre a Bulgaria, también en el Wembley.
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