Brasil, sin problemas y sin brillo (2-0)

La Canarinha derrotó sin demasiados problemas a Canadá por 2-0 y clasificó como segunda del Grupo D a los cuartos de final de la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Trinidad y Tobago 2010, donde enfrentará a España. En el partido disputado en el estadio Manny Ramjohn de Marabella el 13 de septiembre, Canadá, que quedó eliminado, no anduvo nada fino en la definición.

El equipo norteamericano saltó con dos cara nuevas, la defensa Yazmin Ongtengco y la delantera Zakiya McIntosh, mientras que en Brasil se mantuvo el mismo equipo salvo por la entrada de Paula, que no pudo haber sido más oportuna.

Brasil probó suerte desde el mismo saque de centro y la portera canadiense salvó con ciertos apuros. La Canarinha, dueña absoluta del balón, se mostró muy dinámica en la zona de creación, con cambios de ritmo y orientación del juego, pero fue algo inocente en la finalización. Canadá apenas mostró algún que otro contragolpe rápido pero su delantera Haisha Cantava no anduvo muy inspirada.

Paula, con oportunismo y una pizca de suerte, pudo inaugurar el marcador. Recibió un pase desde la derecha de Roberta y remató picado. El balón botó frente a la portera Sabrina D’Angelo y la superó por alto (0-1, 20’).

A pesar de tener el balón, las sudamericanas fueron perdiendo mordiente en los últimos metros. Sus rivales apenas las inquietaron pero el partido entró en una fase de ritmo lento.

Tras el descanso, D’Angelo evitó in extremis un gol de cabeza de Paula y en cuestión de segundos tuvo la fortuna de que Thais no llegó a rematar un gran pase al área del Beatriz (47’). Pero la capitana sí llegó poco después, y libre de marca, a rematar con un tiro raso y cruzado una asistencia de tiralíneas de Glaucia (2-0, 51’).

No era el día de las delanteras canadienses y quedó claro con el error de Jade Kovacevic. Luego de regatear a todas las defensoras y tener vencida a la portera brasileña, se trastabilló inexplicablemente en el remate (54’).

Brasil contemporizó y aunque dejó que Canadá se acercase más a su área, no llegó a sentir nunca en verdadero peligro su puerta, y D’Angelo frustró todos sus intentos por conseguir una renta mayor que las dejase en el primer puesto del grupo.