miércoles, 8 de septiembre de 2010

Orgullo y ambición vinotinto

Debut, victoria y doblete. ¿Quién da más? Así se resume el primer partido de la delantera venezolana Ysaura Viso en la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Trinidad y Tobago 2010. Pero no fue fácil. La Vinotinto tuvo que sufrir para hacer historia en su estreno en una competición femenina de la FIFA.

Nueva Zelanda se adelantó en el marcador a los 10 minutos y desde ahí tocó remar a contracorriente. Pero las sudamericanas no se achicaron y siguieron peleando alentadas por los gritos de un nutrido grupo de hinchas venezolanos que dieron color y ambiente a la grada del estadio Ato Boldon de Couva.

“El vestuario tras el partido era una mezcla de risa y lágrimas. Estábamos golpeadas físicamente pero felices. Estábamos muy contentas y emocionadas también porque había mucha gente en la cancha apoyándonos. Eso nos inspiraba más para pelear en el campo en busca de la victoria. Fue algo histórico”, reconoce para el portal de la FIFA la goleadora Viso, que sacó un genial balón cruzado para anotar el empate y culminó la remontada robando una pelota cerca del área.

“Viso es el futuro de Venezuela. Es la inspiración para muchas chicas del país a las que les gusta jugar al fútbol”, aseguraba tras el encuentro el técnico de la Vinotinto, el panameño Kenneth Zseremeta.

“Estoy muy satisfecha por haber contribuido a dar los tres puntos a mi país. Me sentí muy orgullosa por el trabajo de todo el equipo, de mis compañeras y del cuerpo técnico. Sé que hicimos historia para Venezuela”, reconoce con cierto azoramiento. “Confiamos en conseguir nuevas victorias. Ojalá el entrenador me siga dando la oportunidad para entrar en los próximos partidos porque quiero anotar más goles”, asegura ambiciosa.

Ysaura, del Estudiantes de Guaricó, empezó a jugar al fútbol con un equipo masculino en Santa María de Ipire. En poco tiempo se unió a un grupo de fútbol sala que le ayudó a pulir su técnica. “Por ahí aun no sabía ni que había equipos femeninos”, reconoce la tímida delantera. Pero los seleccionadores de su país sí supieron de ella y en seguida se unió al grupo de jugadoras internacionales. El salto del futsal al fútbol de 11 no se le hizo fácil: distancias mayores, que requieren más resistencia física. Pero Viso se adaptó rápidamente.

“Todavía tengo muchas cosas que mejorar. Debo aprender a tomarme más tiempo con el balón, a tener más pausa para buscar el pase. El partido contra Nueva Zelanda fue muy rápido y a mí me faltó retener el balón”, reconoce esta admiradora del brasileño Robinho.

“Disputar este mundial es una experiencia muy grande. Todas estamos aprendiendo muchísimo. Y la convivencia con las compañeras no podría ser mejor”, dice Viso. “Ahora que ya superamos los nervios del debut, y que nos fue tan bien, yo creo que tal como estamos llegaremos lejos. En mente tenemos llegar a la segunda ronda. Luego, ya es otra fase y otra mentalidad”, concluye. Que estén atentas, pues, las defensoras de Japón y España, sus próximos rivales en este Grupo C.

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