martes, 6 de julio de 2010

De final europea a semifinal mundialista

El domingo pasado, Rafael Nadal se imponía por 6-3, 7-5 y 6-4 en la final de Wimbledon, el más famoso torneo de tenis del mundo. El español ganaba así su segundo trofeo del campeonato inglés tras el obtenido en 2008.

Un logro deportivo que nada tiene que ver con el fútbol, dirán algunos. Sin embargo, cuando hace ahora dos años el número uno del tenis mundial venció en ese mismo torneo, España y Alemania se enfrentaban en un duelo decisivo, la final de la Eurocopa 2008, en la que los españoles obtuvieron una victoria por 1-0 frente a los teutones.

Este miércoles viviremos en Durban una nueva edición de aquel duelo: en juego está una plaza para la final de la Copa Mundial de la FIFA 2010. Habrá que ver si la victoria de Nadal vuelve a ser un buen augurio para sus compatriotas...

Iker Casillas, Sergio Ramos, Xavi o David Villa por un lado; Philipp Lahm, Bastian Schweinsteiger, Lukas Podolski o Miroslav Klose por otro: un total de 23 jugadores (14 por España, 9 por Alemania) vuelven a encontrarse sobre el terreno de juego dos años después de la final de Viena.

"Para mí, España es la mejor selección del mundo", declaraba cauteloso Schweinsteiger en una reciente entrevista con el portal de la FIFA, mientras Vicente del Bosque, seleccionador español, reconocía: "Alemania no nos asusta, aunque en mi opinión ha sido hasta ahora el mejor equipo del torneo. Será un magnífico duelo".

Hasta ahora, Alemania y España se han enfrentado en 20 ocasiones, con un resultado de ocho victorias alemanas, seis españolas y seis empates. En el primer encuentro, el 12 de mayo de 1935, España se impuso por 2-1 en Colonia; la última ocasión fue la ya mencionada final de la Eurocopa.

La Copa Mundial celebrada en 1966 en Inglaterra vio el primer enfrentamiento en competición oficial entre ambas selecciones, en el que la RFA se impuso en la fase de grupos por 2-1 y obligó a los españoles a decir adiós al torneo. El equipo formado por Franz Beckenbauer, Uwe Seeler y Wolfgang Overath, por su parte, consiguió llegar a la final. Dieciséis años más tarde, en 1982, España, anfitriona del torneo, tuvo de nuevo que apearse anticipadamente. En la segunda fase de grupos perdió otra vez por 1-2; los alemanes, curiosamente, consiguieron llegar en una ocasión más hasta la final.

No hay dos sin tres, podría pensarse al considerar el tercero y hasta ahora último encuentro mundialista de ambas selecciones. En 1994 volvieron a coincidir en la fase de grupos. En esta ocasión, sin embargo, el duelo se saldó con un empate a uno y ambos equipos se clasificaron para cuartos.

En la Copa Mundial, el balance es claramente favorable a la selección alemana; sin embargo, a escala continental los peninsulares van por delante, ya que no sólo en 2008, sino también en 1984 lograron imponerse a los alemanes en la fase final del torneo europeo, y también en aquella ocasión por 1-0. En el apartado anotador, ambas selecciones empatan a dos goles en torneos europeos, gracias a que en 1988 Alemania, a la sazón anfitriona de la Eurocopa, obtuvo cumplida revancha y se impuso por 2-0. Si descontamos dos partidos de clasificación para la Eurocopa de 1976 (que se saldaron con un 2-0 para Alemania y un 1-1), la mayoría de encuentros entre ambos combinados se ha producido en partidos amistosos, 12 en total.

El miércoles, por tanto, será la primera ocasión en la que ambos equipos se enfrenten en la ronda eliminatoria de una Copa Mundial. Al vencedor le espera una plaza en la final, que se celebrará cuatro días más tarde en el estadio Soccer City de Johannesburgo. Para los alemanes sería la octava final (con tres títulos), mientras que para Casillas y compañía supondría llegar a cotas nunca antes alcanzadas: España no ha disputado nunca una final de la Copa Mundial. Su mejor clasificación fue un cuarto puesto en el año 1950.

"Seguro que Alemania no estará muy contenta ", son las desafiantes palabras de David Villa, el actual máximo goleador del torneo. Puede que no esté del todo en lo cierto puesto que, como Schweinsteiger señala, "también los españoles tienen puntos débiles que tenemos que saber aprovechar". El seleccionador alemán Loew, por su parte, es consciente de que su equipo "está actualmente en condiciones de marcar el ritmo y dominar a sus rivales".

En cualquier caso, del duelo entre las dos mejores selecciones del Viejo Continente en la actualidad cabe esperar una semifinal cargada de emociones. Al final de la contienda sabremos para quién terminó el torneo y cuál de los eslóganes impresos en los autocares de uno y otro equipo mantiene su vigencia: el "¡De camino a la Copa!" de Alemania o  "La esperanza es mi camino, el éxito mi destino" de los españoles.

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